Nunca imagine un sitio tan especial en mitad de hayas, nogales, helechos… es un gran hostal que lo alzaría a categoría de hotel! El personal es increíble, atento, servicial, cuida de sus huéspedes como si de familia se tratara. Tengo un problema con el estómago y me han dado una atención personalizada en los desayunos y cenas y siempre con la mejor sonrisa. El desayuno, es impresionante, mi marido se iba a pasar todo el día muy bien alimentado. Las habitaciones son amplias, cuidan hasta el último detalle y sobretodo LIMPIAS, eso desde luego era lo mejor! Un entorno perfecto, para un hostal inigualable, desde luego VOLVERÉ.